Políticas públicas que han influido en la competitividad y el crecimiento
económico de México
Luego
del agotamiento del modelo de sustitución de importaciones nuestro país adoptó a
principios de los años ochenta, un modelo neoliberal que privilegió la apertura
comercial, la privatización y la estabilización macroeconómica.
La
adopción de este modelo económico tuvo importantes repercusiones en la competitividad
de nuestro país, porque si bien es cierto que redujeron la volatilidad y la inestabilidad,
también lo es, que lo hicieron a costa de un menor crecimiento.
La liberalización
y apertura de la economía mexicana también tuvo como consecuencia una mayor dependencia
de nuestro país a lo economía norteamericana.
El
modelo neoliberal dejo de lado una política de desarrollo industrial como motor
del desarrollo lo que provocó no sólo la incapacidad de crear nuevos empleos,
sino también la imposibilidad de aumentar la productividad.
Como
lo señalaba Kaldor “la industrialización está íntimamente ligada al cambio estructural
y desarrollo económico de los países; ella es portadora del progreso social en
todos los órdenes.” Lejos de impulsar una política industrial como catalizador del
desarrollo del Estado mexicano, los gobiernos neoliberales dejaron el
desarrollo de la industria manufacturera a las fuerzas de un mercado global.
Durante
las últimas tres décadas nuestro país ha tenido un bajo crecimiento, basta mencionar
que de 1982 a 2010 la economía creció 2.1% cifra inferior a lo alcanzado
durante la etapa del desarrollo estabilizador.
Hacia
donde irá la política económica de México en los próximos años
En
los próximos años el gobierno mexicano debe recuperar su relevancia en la
economía mexicana e impulsar una política industrial que no responda a los intereses
del mercado global, sino que se enfoque a las necesidades internas del país. En
las que se consideren las vocaciones productivas de cada región.
Si
bien es cierto que se debe seguir promoviendo un gasto responsable del
presupuesto público, este no debe ser pretexto para no aumentar la inversión
pública en la banca de desarrollo y en la inversión en infraestructura.
El
papel del Banco de México también debe de cambiar, debe orientarse no solo al
control inflacionario, sino también al desarrollo económico.
De
igual forma, es importante acabar con la especulación financiera y que la banca
privada sea un detonante del crecimiento a través del otorgamiento de crédito
no como sucede actualmente. en la que prestan poco y sus principales ganancias provienen
de los altos interés y altas comisiones.
Además,
uno de los grandes pendientes del modelo neoliberal ha sido las profundas
desigualdades que ha provocado y la reducción del poder adquisitivo de la clase
trabajadora, por lo que el actual gobierno debe promover una política social
que permita atacar de raíz está problemática.
Nuestro
país, no puede ser ajeno a los problemas ambientales como el cambio climático,
por lo que el desarrollo de nuestro país en los próximos años debe ser un desarrollo
sustentable que promueva el uso de energías limpias.
Estos
son los grandes retos que enfrentará la política económica en el futuro
inmediato, a 100 días de una nueva administración vemos que en la definición
del presupuesto de egresos todavía no se perfila un mayor gasto público como
detonante del desarrollo económico.
No obstante,
si vemos una reorientación del gasto social, enfocado a grupos vulnerables como
los jóvenes y los adultos mayores. También los aumentos al salario mínimo parecen
ser un primer paso hacia la recuperación del poder adquisitivo de los
trabajadores.